El filtro HEPA original fue diseado en la década de los 40, en el proyecto Manhattan, para evitar la propagación de contaminantes radioactivos en el aire. Desde entonces han evolucionado para satisfacer las demandas de calidad de aire en muchas industrias como la aeroespacial, farmacéutica, hospitalaria, energía nuclear e incluso electrónica.
HEPA es el acrónimo de Hight Efficiency Particle Arresting (Recogedor de partículas de alta eficiencia). Se trata de un filtro de gran capacidad que puede atrapar una cantidad muy alta de micro partículas, como el polen, la caspa de los animales, los ácaros del polvo o el humo del tabaco. Su eficiencia es muy superior a los filtros convencionales.
Estos filtros están formados por mallas de fibras dispuestas al azar, sin seguir ningún patrón determinado. Las fibras están compuestas por capas de celulosa, fibras sintéticas o fibras de vidrio.
La función principal de los purificadores de aire es limpiar el ambiente de agentes nocivos que puedan causar alergias o problemas respiratorios. Para conseguirlo de manera 100% eficaz, es conveniente que utilicen un filtro de alta eficiencia que tamice el paso de esas partículas. Ese es el Filtro HEPA.
La utilización de purificadores de aire y respiradores con filtros HEPA reducen la presencia de alérgenos y partículas en el hogar, permitiendo una mayor pureza del aire, lo que los hace más recomendables para personas con asma, afecciones respiratorias y alergias.
En un deshumificador el filtro del aire es menos necesario, pero para un purificador de aire el filtro es el elemento más importante.
LIMPIEZA DEL FILTRO HEPA
Es importante mantener el filtro limpio y en perfectas condiciones, según las indicaciones del fabricante. Si está deteriorado por el paso del tiempo conviene sustituirlo para mantener su alto nivel de eficiencia.
Se aconseja un mantenimiento periódico y es necesario sobre todo cuando la capacidad del motor empieza a disminuir.
Para la limpieza, siga estos pasos:
Desconecte el aparato de la red eléctrica
Retire el filtro del alojamiento
Lave el filtro bajo agua corriente. No utilice detergentes ni disolventes.
Deje secar el filtro completamente antes de montarlo de nuevo. Compruebe la integridad del filtro antes de montarlo. Si el filtro está dañado o roto, sustitúyalo por un filtro original.
Lipie el interior del depósito, el alojamiento del filtro y las partes externas con un paño húmedo.
ATENCIÓN: No lave ningún componente en el laavaplatos. No debe entrar ningún líquido en el producto durante la limpieza.
Asegúrese de que todas las partes estén secas antes de montar nuevamente el producto.